Es una modalidad muy interesante, para los que tengan la posibilidad de flotar un río encontraran lugares extraordinarios donde muy pocos tienen la posibilidad de llegar. Flotando un río como el Collón Cura o el Chimehuin en una jornada tendrán la posibilidad de pelear entre 15 y 20 truchas por pescador.
Se utilizan balsas neumáticas o los conocidos Cataraft, estos nos permiten acceder a partes de los ríos donde normalmente vadeando se nos hace imposible por ser lugares privados o tan solo por la corriente o barrancas.
En estos se suele pescar desde arriba, vienen preparados para dos pescadores y el remador. En cada extremo dos banquetas elevadas donde van sentados los pescadores y en el medio con una silla mas abajo que los otros dos el Guía, que es quien rema, ya que no es tarea fácil y se requiere de experiencia remar en ríos de montaña. Este es quien acomoda la balsa y elige los sitios donde poner nuestras moscas. En lugares puntuales también se puede bajar para poder realizar mejores lanzamientos y aumentar las chances de interesantes capturas.